Hoy en día, los bancos y otras instituciones financieras se han vuelto más exigentes en cuanto a pedir a los clientes que sus empresas tengan solidez. Esto significa que los bancos se están alejando por completo de las empresas ficticias.
Por sustancia, los bancos quieren determinar si la empresa tiene una dirección desde donde opera y tal vez una factura de servicios públicos, pero también contabilidad. Los clientes deben ser conscientes de que el mundo ha cambiado; la transparencia es la norma, y con ella viene la planificación fiscal y patrimonial responsable. Además, una cuenta bancaria es un activo codiciado en estos días; por lo tanto, es más valioso cumplir con los impuestos y tener bienes declarados. Los bancos tienen aversión al riesgo; por lo tanto, si no eres un riesgo, el negocio será más interesante para el banco.